viernes, 14 de noviembre de 2025

Corona de sonetos, glosa al soneto XIX de “El rayo que no cesa” de Miguel Hernandez.


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Corona de sonetos, glosa al soneto XIX de
“El rayo que no cesa” de Miguel Hernandez.
Realizada en un taller poético iniciativa del excelente poeta y amigo Reyes Ferrándiz.

Los versos en negrita son los versos de Miguel Hernández que he glosado.

Gracias, Reyes, por compartir tus conocimientos.

“Yo sé que ver y oír a un triste enfada”

Soneto 0

Yo sé que ver y oír a un triste enfada
cuando se viene y va de la alegría
como un mar meridiano a una bahía,
a una región esquiva y desolada.
Lo que he sufrido y nada todo es nada
para lo que me queda todavía
que sufrir, el rigor de esta agonía
de andar de este cuchillo a aquella espada.
Me callaré, me apartaré si puedo
con mi constante pena, instante, plena,
a donde ni has de oírme ni he de verte.
Me voy, me voy, me voy, pero me quedo,
pero me voy, desierto y sin arena:
adiós, amor, adiós, hasta la muerte.

Miguel Hernández

Soneto I

Yo sé que ver y oír a un triste enfada
cuando a veces sonríe y otras llora,
oscila como un péndulo el ahora,
a veces es remanso, otras, cascada.
Pasar de una sonrisa ilusionada,
pintada por las manos de la aurora,
a la lágrima más abrumadora
que brota del dolor en la mirada.
Se hace oscura la luz del pensamiento,
estridente, la dulce melodía
que sonaba en la voz del sentimiento.
De vacío se llena la poesía
y el lirismo se viste de lamento
cuando se viene y va de la alegría.

Soneto II

Cuando se viene y va de la alegría
lo mismo que el vaivén de la marea,
la vida con el puño te golpea
rompiendo con su impacto la armonía.
Me duele hasta mi sombra negra y fría,
ya poco en este tiempo me jalea,
cansado estoy de tanta verborrea,
pues todo me parece una ironía.
Iré con paso lento hacia el baldío,
a páramos resecos de ilusiones,
arrastrando mi gran melancolía.
Amor, siempre serás para mi frío
como ascua permanente; a mis razones,
como un mar meridiano a una bahía.

Soneto III

Como un mar meridiano a una bahía
que conoce su cenit y nadir,
cuando llego ya tengo que partir,
me arrebata la estrella que me guía.
El verso se transforma en elegía,
el corazón detiene su latir,
y no encuentro el remedio, el elixir,
que cure este dolor del alma mía.
Soy solo ese susurro que no escuchas,
que pasa por tu lado y no lo notas,
el eco de una voz casi apagada
que vuela desgarrada por las luchas
con alas desplumadas, casi rotas,
a una región esquiva y desolada.

Soneto IV

A una región esquiva y desolada
me iré con mis ideas y mi canto,
donde pueda dejar todo mi llanto
y esta carga que llevo tan pesada.
Me iré sobre el rocío, en la alborada,
a donde nadie vea mi quebranto,
pues me duele la vida tanto, tanto
que está la pobre ya desorientada.
Marcharé sin mi rosa de los vientos
tras esta muda voz que dentro escucho
hacia una tierra seca y olvidada.
Acallaré el gemir de mis tormentos
y el pulso y el sentido, que ya es mucho…,
lo que he sufrido y nada todo es nada...

Soneto V

Lo que he sufrido y nada todo es nada
comparado con este sinsentido
de amar desde un abismo desabrido
que engulle mi canción desesperada.
¿A dónde se marchó la paz dorada?,
ya todo me parece estar perdido,
navajas y guadañas me han herido,
dejando mi esperanza casi helada.
Y reniegan mis ojos de su venda
con duelo y un espíritu cansado,
sumidos en tristeza muy sombría.
Es mucho lo que anduve por la senda,
mas es muy poco todo lo pasado
para lo que me queda todavía…

Soneto VI

Para lo que me queda todavía
por luchar, es muy poco lo lidiado,
me duelen las heridas demasiado,
mas sigue estando en pie mi cortesía.
No puedo soportar la tiranía,
de verme separado de tu lado,
los perros de la guerra han mutilado
mis sueños con su oscura artillería.
Si algún día me muestran nuevos rumbos,
hacia otros horizontes miraré...,
quizás calle esta vieja letanía...
Pero, mientras, voy solo, dando tumbos,
y añado a los pesares que tendré
que sufrir, el rigor de esta agonía...

Soneto VII

Que sufrir el rigor de esta agonía,
la ausencia de tu amor y tu hermosura,
el triste deambular de mi figura,
es el pan que me como cada día.
Mas prefiero vivir en zona umbría
rozando con mis sueños la locura
de quererte sabiendo que no hay cura
que renunciar a ti dulce utopía.
Cansados van mis huesos por caminos
que solo yo transito, despojados
de carne, piel y sangre apasionada.
Cansados van mis tuétanos, mohínos
por la aridez del tiempo, acongojados
de andar de este cuchillo a aquella espada.

Soneto VIII

De andar de este cuchillo a aquella espada
le sangran las heridas a mis pasos,
supuran decepciones mis fracasos
quedando la esperanza abandonada.
Le escuece cada huella a mi pisada
que camina a merced de los acasos,
no se para la vida, no hay retrasos,
y la parca me espera enamorada.
Retendré lo que siento aunque es atroz,
aun siendo la razón de mi dolencia,
guardaré mi cariño con denuedo.
Trataré de alejarme de tu voz
llevando la palabra que silencia,
me callaré, me apartaré si puedo...

Soneto IX

Me callaré, me apartaré si puedo
lejos de tu presencia que es mi impulso,
me marcharé sin ti con paso insulso
junto a esta soledad que me da miedo.
Me voy con mis anhelos y mi credo,
distante de tu amor que es acre mulso;
me voy tras los latidos de mi pulso,
siguiendo a su estruendoso ritmo quedo...
Sopla el viento silbándome en la cara,
y, al mirar y no ver sin tus luceros,
su canción me recuerda mi condena.
Llevo este sentimiento mío al ara
del rechazo con signos lastimeros,
con mi constante pena, instante, plena...

Soneto X

Con mi constante pena, instante, plena,
sin siquiera un resquicio de consuelo
que pueda recordarme que hay un cielo
y me pueda librar de esta cadena,
me pierdo haciendo mutis de la escena,
planeando mi verso a ras de suelo,
guardando mi sollozo en el pañuelo
que enjuga este dolor que a mí me apena.
Y llevo mi pellejo hacia el abismo
donde mueren mis pálidas pasiones
sin dejar ni un segundo de quererte.
La vida sin tu amor es espejismo,
mas debo de partir a otras regiones
a donde ni has de oírme ni he de verte.

Soneto XI

A donde ni has de oírme ni he de verte
se dirige esta sombra que me habita,
llevando la confianza, ya marchita,
a un lugar donde pueda hacerse fuerte.
Me alejo con mi anhelo yerto, inerte,
pues siento que mi vida está proscrita,
con mi callada voz que al aire grita
los silencios en busca de su suerte.
Y mientras, me desangro por los ojos,
sin lágrimas se quedan mis arterias,
mas, amor, por tu olvido ante ellas cedo.
Me llevo mi canción y mis abrojos,
me llevo mis fracasos y miserias,
me voy, me voy, me voy, pero me quedo...

Soneto XII

Me voy, me voy, me voy, pero me quedo…,
se quedan estos versos que ahora escribo
en la sombra; sin ti ya no hay motivo
para seguir en medio de este enredo.
Soy como el triste pan, ya sin molledo,
que ha perdido su sal y su atractivo,
apenas con mi aliento sobrevivo...
Cual piedra en el camino, ruedo y ruedo.
Me voy, pero se queda este sentir
que no puedo ni quiero silenciar,
y que lleva mi herida a la gangrena.
Yo quisiera poderme resistir,
aunque quedara fuera de lugar,
pero me voy, desierto y sin arena...

Soneto XIII

Pero me voy, desierto y sin arena,
despoblado del ser que me habitaba;
ahora te libero de mi traba
sabiendo que esta grima te es ajena.
Le sobran los motivos a mi pena,
perdida entre veredas que soñaba
los días que creía que era brava,
y camina anhelante, mas serena.
Me dirijo al arcano del destino,
donde me lleve el hado caprichoso
y de este amargo sueño me despierte.
Me esfumo como el humo mortecino,
vacío, solitario, silencioso...;
adiós, amor, adiós, hasta la muerte.

Soneto XIV

Adiós, amor, adiós, hasta la muerte,
donde está la matriz de las matrices,
donde tal vez podamos ser felices
y nada a nuestro sueño desconcierte.
Tal vez allí, al final, mi tino acierte
y consiga borrar las cicatrices;
allí donde se clavan las raíces
quizá de esta desdicha me liberte.
No quiero que recuerdes mi indigencia,
ni veas este abismo que contengo;
se marcha con su cruz mi alma cansada.
Y cruzaré el confín de la existencia
sin que escuches el duelo que yo tengo;
yo sé que ver y oír a un triste enfada...

Carlos Elpoetaartesano

lunes, 2 de junio de 2025

En tiempos de la Crisálida


En tiempos de la Crisálida. YouTube


Me contaron una hazaña
del tiempo Maricastaña,
tiempo de gran convulsión,
de cambio y renovación,
en el que todo ocurrió
dentro de una gran crisálida.
Se dice que era un gusano
que la tejió con su mano,
que soñaba con colores
y el aroma de las flores,
según dicen las canciones
esperando algún milagro.
Yo desde aquí lo contemplo
encerrándose en su templo…
Y, tras alcanzar la gnosis,
llegó su metamorfosis,
dejando de estar inmóvil
para volar con el viento…
Cantaba esta trova hermosa,
una sabia mariposa. 

martes, 13 de mayo de 2025

Dime

Dime. YouTube

Dime, niña preciosa, lo que te dice el viento
cuando baila en tu cuerpo con gentil movimiento
y te lleva el aroma de una tímida flor.
Dime, preciosa niña, si susurra tonadas,
si te cuenta leyendas que no fueron contadas,
o te canta en secreto la canción del amor.
Niña preciosa dime lo que te dice el mar
al salir de tus ojos sin poderlos mirar,
provocando mareas de poemas mojados.
Preciosa niña dime si la voz de las olas
de poesía intangible, la oyen las caracolas,
si la guardan con celo bajo paños dorados.
Porque tienes la magia que tienen las estrellas
pintada en tu mirada que mira cosas bellas,
latiendo con la vida tu propio corazón...
Y trémulas luciérnagas serpentean anhelos
en busca de un sendero, con creativos vuelos;
vuelan sobre los sueños con su luz y pasión.

Dime, niña preciosa, ¿quién te regala rosas,
robadas del jardín que plantaron las diosas,
y las pone en tu pelo junto a un rayo de sol?
Dime, preciosa niña, ¿quién camina contigo?
¿Quién te escribe poemas y también es tu amigo?
¿Quién te toca sonatas en tono Si bemol?

miércoles, 23 de abril de 2025

Soy de Zamora

YouTube Soy de Zamora

Yo soy de una provincia muy anciana,

que no se hizo en una hora, tiene historia

con cinceles grabada en la memoria,

y mira hacia delante, hacia el mañana.


Nací bajo la estrella zamorana,

que brilla en cielos limpios, luminosos,

abrazado a sus rayos amorosos;

en medio de pastores en el tajo,

de encinas, de tomillos, ¡también ajo!,

de cucos amigables y orgullosos.


En el invierno siempre vuela bajo,

de plumas negro añil, el viejo grajo.


Poema: Carlos Elpoetaartesano


Romance al río Tera

YouTube Romance al río Tera

En Peña Trevinca nace,

allí su ruta comienza;

llegando a Vega de Conde,

va acumulando destreza;

la Laguna de los Peces

de belleza lo alimenta...

Voy siguiendo la corriente

de claras aguas del Tera,

sus cristalinos destellos

reflejan su pura esencia…

Con él discurren mis versos

por la tierra sanabresa…

Ribadelago, Galende…,

en el Lago se recrean...

Llenos de magia y encanto,

se dirigen hacia Puebla;

llevan ritmo y melodía

en el fluir de sus letras;

siguen el curso del río

y por El Puente atraviesan…

Voy siguiendo la corriente,

mi ser en sus alas vuela

fundiéndose con su sino,

junto a mi rima serena…

Voy siguiendo su corriente

entre rocas y praderas,

a Manzanal, Cernadilla,

a Mombuey su vida lleva.

Voy siguiendo la corriente

de su poesía fresca…

por Pumarejo, Melgar

y otros pueblos que penetra:

Villardeciervos, Rionegro,

Calzadilla, Otero, Vega,

Santa Marta, Camarzana,

y las aldeas que encuentra.

Voy siguiendo la corriente,

que con su brisa me besa…

Las ruedas de los molinos

de más allá de Junquera,

con voz de tiempos pasados

me cuentan su historia vieja;

en Olleros, en Calzada,

se oye el run run de la piedra;

en Micereces, en Mózar,

suenan ecos de molienda…

Voy siguiendo la corriente

por sus zamoranas tierras…

Santa Croya, Santibáñez

y Abraveses, donde espera

la Virgen de las Encinas,

en su ermita, en la que rezan.

Voy siguiendo la corriente

y su encanto me embelesa

cuando pasa por Sitrama,

por la familiar herencia.

Voy siguiendo la corriente,

que en su correr se renueva…

En Villanázar, Navianos,

Milles y Burganes sueña

con llegar a Bretocino,

alcanzar al fin la meta;

y, al final de su camino,

desembocar en el Esla,

mezclándose con sus aguas,

susurrándole un poema…


Carlos Elpoetaartesano

sábado, 22 de marzo de 2025

Blanco papel

Blanco papel 
donde nada hay escrito,
en ti se puede leer todo...

Inmaculada blancura
libre de fronteras
y esquemas absurdos.

¿Qué puedo decir? 
sin condicionar
tu pureza y autenticidad.

Mas, el silencio quiere contar
lo que escucha en sus adentros,
la voz y el canto sincero 
que susurra al suave viento.
Quiere que salgan las notas
que están persiguiendo al eco,
y acaricien con sus alas
la flor de este momento,
convirtiéndose en canción,
mientras baila el universo...

martes, 5 de diciembre de 2023

Dime (Musicalizada por Feri Flor)


 Música y voz: Feri Flor

Letra: Carlos Elpoetaartesano 




Dime

 


Dime, niña preciosa, lo que te dice el viento
cuando baila en tu cuerpo con gentil movimiento
y te lleva el aroma de una tímida flor.
Dime, preciosa niña, si susurra tonadas,
si te cuenta leyendas que no fueron contadas,
o te canta en secreto la canción del amor.
Niña preciosa dime lo que te dice el mar
al salir de tus ojos sin poderlos mirar,
provocando mareas de poemas mojados.
Preciosa niña dime si la voz de las olas
de poesía intangible, la oyen las caracolas,
si la guardan con celo bajo paños dorados.
Porque tienes la magia que tienen las estrellas
pintada en tu mirada que mira cosas bellas,
latiendo con la vida tu propio corazón...
Y trémulas luciérnagas serpentean anhelos
en busca de un sendero, con creativos vuelos;
vuelan sobre los sueños con su luz y pasión.
Dime, niña preciosa, ¿quién te regala rosas,
robadas del jardín que plantaron las diosas,
y las pone en tu pelo junto a un rayo de sol?
Dime, preciosa niña, ¿quién camina contigo?
¿Quién te escribe poemas y también es tu amigo?
¿Quién te toca sonatas en tono Si bemol.

Voz:
Luisa Gómez Borrell

Poema y edición: 
Carlos Elpoetaartesano

domingo, 19 de junio de 2022

Voy viajando con mi mente




Voy viajando con mi mente 

Voy viajando con mi mente
en un velero ligero;
es un velero intangible,
es un velero de sueños.
Tiene a mi pluma por vela,
el océano es un cuaderno,
y, cuando sopla la brisa,
tras su estela queda un verso.
Codo a codo, legua a legua,
sobre las olas navego;
se diluyen los poemas
dentro del agua del tiempo...
Hay mareas que me agitan,
huracanes al acecho;
pero siento que estoy vivo
sorteando el ajetreo.
Otras veces, todo en calma,
me estoy quieto mar adentro,
y, ante tanta inmensidad,
me sumerjo en el silencio.
Se sumergen las palabras
hundiéndose en el momento,
buscando van el poema
con el pecho al descubierto.
Bucean profundidades,
a lo más hondo, sin miedo.
y encuentran algunas rimas
que se unen a su juego. 
Hay tesoros en el fondo,
bellas gemas, oro eterno;
hay vivencias, experiencias,
emociones, sentimientos…
Emergen entre las olas,
a respirar aire nuevo,
llenándose de poesía,
renovando sus anhelos…
Cuando aparece espontaneo,
me dejo llevar del céfiro,
soltando libre el timón,
que me lleve a cualquier puerto,
y en el viaje disfrutar
del instante, siempre nuevo…
Y si quiero continuar,
mas no sopla ningún viento,
pongo rumbo al horizonte
y con osadía remo…
.

lunes, 16 de mayo de 2022

Pluma de mujer

 


Música y guitarra: José Silvestre Ríos Pedregosa 


Como antena, tu pluma en sintonía
con las ondas de tu estro de mujer,
emitiendo emociones, vida y ser,
reconforta mi vida con poesía.
.
Y me bebo tu copa de ambrosía,
y disfruto tus versos, con placer,
su lirismo me llega a estremecer,
transmitiéndome en ellos tu energía...
.
Poetisa..., semillas son tus cantos,
que germinan cual sueños en el seno
de la lira que tañes entre llantos
y sonrisas; y abonas el terreno
con latidos, con mágicos encantos,
y te nace el poema puro y pleno.

jueves, 5 de mayo de 2022

El correr del agua

 


El correr del agua,
el correr del agua,
deja en mis oídos
su dulce balada.
El correr del agua,
el correr del agua,
me invita a que siga
sus venas de plata.
Por sendas de rocas
van burbujas blancas
que me inspiran versos...,
poesía mojada...
El correr del agua,
el correr de agua
que baña tu cuerpo
y refresca tu alma;
vigila tus sueños,
te canta una nana...

viernes, 29 de abril de 2022

Me embriago de tormenta

 




Suena el trueno en el cielo
y el rayo zigzaguea,
mientras las grises nubes
lloran sobre la arena...
Canta el mar su elegía,
empapada de fuerza,
y las rugientes olas
proclaman la belleza.
Surfeando la ilusión
sobre una espuma nueva,
otea a la esperanza
y hacia ella navega.
El aire me acaricia...,
la brisa marinera
se mete por mis poros
y su magia me muestra…
Me bebo cada instante,
me embriago de tormenta.